Moreira acusa que Morena busca colgarse de Sheinbaum con la revocación

Por Juan Pablo Ojeda

 

El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira Valdez, levantó la voz contra la reforma constitucional que propone mover la revocación de mandato para que coincida con las elecciones intermedias de 2027. Según el priista, detrás de la idea de “ahorrar recursos” hay una intención política clara: meter a la presidenta de la República en la boleta electoral y permitir que Morena aproveche su figura en campaña.

De acuerdo con Moreira, la Comisión de Puntos Constitucionales ya fue citada para votar el dictamen que modificaría el artículo 35 de la Constitución, con el fin de empatar la revocación de mandato con las elecciones de diputadas y diputados federales, y, de paso, con los comicios locales donde también se elegirán gobernadores, alcaldes, legisladores y una parte del Poder Judicial. En términos sencillos, todo ocurriría el mismo día: la ciudadanía votaría por sus representantes y, al mismo tiempo, decidiría si la presidenta sigue o no en el cargo.

Para el dirigente priista, esto abre la puerta a dos riesgos. Primero, que la presidenta pueda hacer campaña bajo el argumento de defender su mandato, algo que —dice— iría contra la imparcialidad del proceso electoral. Y segundo, que los candidatos de Morena aprovechen la figura presidencial para impulsar sus propias campañas, generando una competencia desigual. “La presidenta podrá hacer campaña para no ser revocada, y los suyos se colgarán de ella”, advirtió.

Moreira recordó que la figura de revocación nació como un instrumento ciudadano, no gubernamental. Es decir, el pueblo debe solicitarla mediante la recolección de firmas —al menos el 3 % del padrón en 17 entidades—, y no debería usarse como herramienta de propaganda. En este caso, dice, la reforma “deforma” el sentido original, pues al mover las fechas también cambia el contexto político.

Además, criticó que la mayoría morenista use el argumento del ahorro económico, calificándolo de “falaz”. Para él, no se trata de eficiencia, sino de estrategia. “Lo que buscan es blindarse ante una posible pérdida de mayoría o una caída de popularidad de la presidenta”, señaló.

En otras palabras, lo que el PRI acusa es que Morena quiere asegurar su fuerza electoral poniendo a la presidenta como una especie de ancla en la elección intermedia, algo que —según Moreira— distorsionaría la democracia mexicana. “Van a volver constitucional todas las violaciones que se quieran hacer”, dijo tajante.

El debate sobre esta reforma apenas comienza, pero desde ahora deja ver la tensión que dominará los próximos meses en el Congreso. Mientras Morena habla de “ahorro” y “rendición de cuentas”, la oposición teme que se esté construyendo un mecanismo de control político disfrazado de participación ciudadana. Como suele pasar en política, la verdadera batalla no será solo en el papel de la ley, sino en la narrativa que logre imponerse frente a los votantes.

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