Así se construyó la historia del fútbol en México, desde el juego de pelota hasta hoy

¿Por qué el futbol mueve tanto a México? La respuesta está enterrada en nuestra historia, desde el juego de pelota prehispánico hasta la llegada de los ingleses a finales del siglo XIX, quienes trajeron el soccer moderno sin imaginar que terminaría convirtiéndose en una de las mayores pasiones nacionales.

Hoy, la industria futbolera mexicana está valuada en más de 67 mil millones de euros, según Euroamerica Sport Marketing, colocando a México dentro del top 10 de economías futbolísticas del mundo. Una locura si pensamos en cómo empezó todo.

 

De los dioses al balón: un pasado que explica al presente

Mucho antes de que el balón inglés rodara por Hidalgo, en Mesoamérica ya existía el tlachtli, conocido como juego de pelota, con más de 2,300 años de historia. Se jugaba con una pelota de hule, la primera de su tipo en el mundo, y el objetivo era hacerla pasar por un aro de piedra sin dejarla caer al suelo.

Este juego no era solo entretenimiento: tenía funciones rituales, políticas y hasta militares. En él se disputaban tributos, tierras y acuerdos comerciales. De hecho, los arqueólogos han encontrado más de 1,500 canchas prehispánicas en México y Centroamérica; destacan las de El Tajín, Chichén Itzá, Tikal, Copán y Tula (Hidalgo), este último lugar clave porque siglos después ahí nacería el primer club de futbol mexicano.

 

Los ingleses llegan a Hidalgo… y el futbol moderno también

A finales del siglo XIX, trabajadores británicos de empresas mineras —especialmente en Real del Monte y Pachuca— llegaron a México para explotar yacimientos. Con ellos trajeron sus costumbres, entre ellas, el futbol soccer, que practicaban los fines de semana para combatir la nostalgia y convivir.

Mexicanos de familias acomodadas comenzaron a unirse a los partidos y así nació una nueva tradición.

En 1901, técnicos de la Compañía Real del Monte fundaron el Pachuca Athletic Club, considerado el primer equipo organizado de México. Algunos historiadores señalan incluso 1892 como fecha probable del inicio formal.

Los partidos de esa época eran todo un evento: había que asistir con ropa formal, y al final se servía , reforzando la esencia británica del deporte.

 

El boom de clubes extranjeros en México

No solo los ingleses dejaron su huella. Comunidades escocesas, francesas y españolas crearon sus propios equipos:

  • Orizaba Athletic Club
  • Reforma Athletic Club
  • British Club
  • Club México (1910)

En apenas una década, el soccer ya tenía raíces fuertes, sobre todo en ciudades industriales donde convivían comunidades extranjeras.

 

La Revolución Mexicana: el futbol se vuelve del pueblo

Durante la Revolución (1910-1920), el futbol dejó de ser solo un deporte de élite. Campesinos, obreros e indígenas comenzaron a jugarlo en barrios, pueblos y comunidades marginadas. Se formaron equipos improvisados en zonas suburbanas y, sin quererlo, el futbol se convirtió en una expresión social que unía a la gente.

Esta expansión masiva solo confirmó lo que estaba en el ADN mexicano desde tiempos ancestrales: la fascinación por un balón que va y viene, por la competencia y por el ritual comunitario alrededor del deporte.

 

Dos juegos, una misma pasión

Aunque el juego de pelota y el futbol moderno no se parecen en reglas, comparten la misma esencia:
un balón en movimiento, rivales, comunidad y una identidad colectiva que se fortalece con cada partido.

Por eso hoy no sorprende que México tenga más de 30 clubes profesionales, ligas estructuradas y millones de aficionados que viven el futbol como parte de su día a día.

 

El futbol en México no nació, despertó

El soccer no solo llegó desde Inglaterra… revivió algo que ya habitaba en nosotros desde hace miles de años. Y quizá por eso seguimos soñando con que la Selección Mexicana llegue más lejos que nunca.

 

 

 

 

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