Nochebuena en México: familia, comida y tradición hasta la medianoche

Por Juan Pablo Ojeda

 

En México, la Nochebuena no es solo la antesala de la Navidad, es uno de los momentos más esperados del año. Desde temprano, las casas comienzan a llenarse de aromas, música y movimiento. Es el día en que las familias se reúnen, incluso aquellas que pasan meses sin verse, para compartir la mesa, las historias y el cierre simbólico del año.

La celebración suele arrancar desde la tarde, cuando se ultiman detalles de la cena y se afinan los platillos que, en muchos hogares, se preparan siguiendo recetas heredadas por generaciones. El pavo al horno, el bacalao, los romeritos con mole, la pierna adobada y los tamales son protagonistas, acompañados de ensaladas, pastas y el infaltable ponche caliente de frutas de temporada. En otras mesas no falta el pozole, el mole o los platillos regionales que reflejan la diversidad del país.

Mientras la comida se cocina a fuego lento, los niños juegan alrededor del árbol de Navidad y el nacimiento, preguntando a qué hora llega Santa o cuándo podrán abrir los regalos. Los adultos aprovechan para ponerse al día, recordar a quienes ya no están y comentar los planes para el próximo año. La televisión suele acompañar con música navideña, programas especiales o películas clásicas que se repiten cada diciembre.

Al caer la noche, muchas familias se arreglan un poco más de lo habitual. La mesa se viste con manteles especiales y la cena, en la mayoría de los casos, se sirve cerca de la medianoche. Antes de comer, algunos rezan, otros brindan y muchos aprovechan para expresar deseos de paz, salud y unión. El momento del abrazo colectivo es uno de los más significativos de la noche.

Tras la cena llega el intercambio de regalos, que puede darse justo a las doce o al finalizar la comida. En algunos hogares, especialmente en zonas rurales o colonias tradicionales, todavía se acostumbra romper piñatas o encender luces de bengala para los más pequeños, siempre como símbolo de celebración.

Aunque la Nochebuena tiene un fuerte componente religioso para muchas personas, también es una fecha profundamente social y cultural. Más allá de las creencias, es una noche marcada por la convivencia, la nostalgia y la esperanza. Así, entre risas, platos llenos y abrazos largos, los mexicanos celebran la Nochebuena como un recordatorio de que la familia y la unión siguen siendo el centro de la fiesta.

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